domingo, 20 de dezembro de 2009

Abre una muestra de Cardo, el artista que dispara contra Freud

UN DIBUJANTE EXQUISITO. Cardo combina lo digital y lo artesanal.


by Revista Ñ El Clarin


"Freud fue un impostor", sostiene el artista, en una implacable crítica al psicoanálisis. Expone las imágenes que ilustran su libro "Sigmund fraude & psicoanálisis".
Por: Mercedes Pérez Bergliaffa
UN DIBUJANTE EXQUISITO. Cardo combina lo digital y lo artesanal.
Freud fue un impostor", afirma convencidísimo Horacio Cardo, reconocido artista e ilustrador. "Por eso, en mi obra, yo lo llamo Sigmund Fraude."

Siguiendo la línea de estos polémicos comentarios (difíciles de digerir especialmente en Buenos Aires) Cardo ahora exhibe una serie de obras en el Centro Cultural Recoleta obras, bajo el título "Psicomigraciones". Formada por varias decenas de pinturas de gran tamaño, la exposición reúne las imágenes que ilustran el libro Sigmund Fraude y psicoanálisis, recientemente publicado, y escrito e ilustrado por el mismo reconocido artista.

En su crítica al psicoanálisis, Cardo sostiene: "Nunca pudo curar las verdaderas enfermedades mentales, como la depresión y la esquizofrenia. Sólo curó problemas de conducta. Pero, claro, como responde a una necesidad ególatra (vos hablás de vos mismo durante una hora, y hay un tipo que te escucha y siempre te va a escuchar) parece que el psicoanálisis funcionara; y, por supuesto, rinde. Porque no nos olvidemos que detrás de todo esto existe una gran industria".

"¿Es el psicoanálisis ese malestar de la cultura, esa peste corrosiva del sistema nervioso, el entretenimiento de fracasados o el factor conducente al fracaso?", se pregunta en su libro Cardo, sin ninguna vuelta. Las respuestas las da el mismo artista, pero también las puede obtener quien recorra la sala del Recoleta, donde, en primer lugar, algo llama la atención: la curiosa técnica que utiliza Cardo para realizar sus obras. Las pinturas muestran una mezcla de factura digital y artesanal, del tipo de información que da Internet y de la que proviene del oficio bien manual. Porque Cardo realiza los trabajos tanto con scanner y photoshop como con pincel y pegatina de arpillera. Esto coincide con cómo es el artista en su vida personal: pasa de fabricar muebles de madera diseñados por él mismo en su casa de Pinamar, a procesar digitalmente fotografías tomadas cuando vivía en Nueva York.

Quien recorra la exposición podrá ver que, además de a un artista curioso y experimental, a un dibujante excepcional y exquisito, cualquiera sea la escala y técnica que maneje.

Pero volvamos a su crítica a Freud, o sea, a las obras.

En la sala pueden verse muchos retratos (o "registros", como el artista los llama) de "yoes" irrumpiendo en la realidad. Hay una foto del libro "Psicoanálisis represivo". Está la "Venus de silicona" ("esta es la actual, así como antes existieron la de Milo o la de Willendorf", aclara Cardo). Y hay citas apócrifas, como por ejemplo "No somos sino una masa de sueños" (dicha por un personaje también apócrifo, Friederich Koetler).

Pasa que, para entender tanto las pinturas como el libro de Cardo, es fundamental entrar en el ritmo de la sátira. Como dice el artista: "Cuando comencé con este tema, estaba indignado por algunas de las cosas del psicoanálisis; después lo convertí en una sátira, porque me pareció entre patético, cómico y trágico".

Para orientarnos en su teoría, Cardo explica: "Lo que trato de decir es que el psicoanálisis es, en realidad, un engendro literario. Un cuento de hadas con aspiración científica. Porque Freud era una persona que tenía una extraordinaria capacidad para escribir".

Fruto de un largo trabajo intelectual de reflexión, investigación y crítica, la exposición "Psicomigraciones" pone en el espacio lo que el libro de Cardo, Sigmund Fraude y psicoanálisis, establece de manera literaria. Una opinión arriesgada basada en una mirada original y certera. Aunque algunos, seguramente se sentirán molestos (es difícil tocar al "Dios" Freud). w

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